Concha Hurtado: «cuando hay en juego muuuucha pasta…»

Acabo de leer un artículo en una supuesta revista feminista (Pikara) en contra de la campaña «no somos vasijas». Este artí­culo me ha hecho preguntarme en el porqué de que ante reivindicaciones feministas por la no mercantilización del cuerpo de las mujeres automáticamente surgen reacciones en contra supuestamente feministas (o al menos con lenguaje feminista) como este artículo. Y me he dado cuenta que esto sucede sólo cuando hay negocio de por medio, concretamente cuando del muy lucrativo negocio de la explotación de los cuerpos de las mujeres se trata como ocurre con la prostitución y ahora con las madres de alquiler. Es muy curioso que el consenso feminista en casi todos los temas aparentemente se rompe cuando hay en juego muuuucha pasta, pasta que no ganan las mujeres explotadas pues en el negocio del explotación del cuerpo de las mujeres la pasta la suelen ganar los hombres (proxenetas, traficantes de mujeres y ahora los intermediarios que controlan el negocio de las madres de alquiler) que no sufren en sus cuerpos ninguno de los tremendos dolores que si sufren las mujeres explotadas normalmente pobres y sin derechos. Huele, huele mucho, apesta mas bien, apesta a mujeres que traicionando a las mujeres que se ven atrapadas en los deseos y negocios en beneficio de otros, desprecian o minimizan la enorme opresion y sufrimiento subyacente a esta invasión del cuerpo contemporizando sin parecerlo (aquí­ la importancia del lenguaje feminista) con quienes promueven este negocio. ?Donde se ha visto que las feministas se dediquen a defender los intereses de los hombres que demandan cuerpos de mujeres para satisfacer sus deseos (el deseo de hombres gay de tener hijos no les da derecho a disponer del cuerpo de una mujer y decidir en él)? Cuando hay tanto dinero en juego no es difí­cil sospechar de corrupción, compra de voluntades de algunas mujeres de discurso feminista aprendido, para visualizar un falso enfrentamiento entre feministas que nos bloquee en en un eterno debate como una de las mas eficaces armas del patriarcado (por aquello del divide y vencerás) para frenar nuestra reivindicaciones. Pues no, no acepto esta división que nos quieren atribuir, no considero feministas a las mujeres que se forran defendiendo intereses patriarcales, y sí, debemos visibilizarlas y denunciarlas.